Ubicada en el extremo suroeste del Reino Unido, esta ciudad ha sido, desde tiempos antiguos, un punto estratégico clave, estrechamente vinculado a la historia naval del país.
Desde aquí zarpó la flota que derrotó a la Armada Invencible, así como las expediciones destinadas a la colonización de Norteamérica. Barcos que cruzaron océanos con fines comerciales y bélicos, marcando una parte fundamental de la historia.
Hoy en día, sigue siendo un puerto de gran relevancia, con ferris que parten varias veces al día hacia Francia y España, manteniendo su conexión con el continente europeo.