Estos cursos están especialmente diseñados para trabajadores de empresas, empresarios y profesionales de diversos ámbitos. Se caracterizan por su amplia flexibilidad y su adaptabilidad a las necesidades específicas de cada participante.
La metodología que se aplica permite que en un corto periodo de tiempo el alumno progrese rápidamente en aquellas habilidades que se le exigen en su trabajo profesional, tales como: presentaciones de productos, negociaciones telefónicas, redacción de informes y vocabulario especializado.
¿Cómo se consigue? Fundamentalmente gracias a la intensidad de estos cursos, que suelen incluir como mínimo 25 lecciones semanales e incluso en algunos casos más de 40, y a la personalización, que es una de las piezas claves, ya que normalmente estos programas suelen realizarse en grupos más pequeños de lo habitual (4 ó 5 personas máximo) y de la misma forma incluyen la posibilidad de dedicar parte o todo el horario lectivo a clases individuales (one to one).
La flexibilidad en las fechas es otra de las características de estos programas de idiomas más apreciada por los clientes, que normalmente disponen de una agenda apretada para dedicar un tiempo extra al aprendizaje de un idioma. Por eso, estos cursos, al contrario de lo que puede pasar con los genéricos generalmente están diseñados para períodos más cortos de tiempo. Por otra parte, estos programas ofrecen unas posibilidades de estancia durante el transcurso de los cursos más adecuadas a su perfil específico, que van desde el tradicional alojamiento en familias cuidadosamente seleccionadas para cada persona, a apartamentos individuales y hoteles de varias categorías.